Los Árboles
Esta versión fue arreglada y masterizada
por el cantautor canario Sergio Sepúlveda
Los árboles son seres que están soñando,
Esperan con los años el despertar del mundo,
A veces en sus sueños nos están abrazando,
Protegen en silencio un secreto profundo.
De pronto me imagino que despiertan y andan
Deambulando en las noches en medio de lamentos,
Y se mueven despacio, y lloran y cantan,
Reclamando una tierra sin tanto pavimento.
Los árboles son seres que levantan sus brazos
A veces protegiéndose, a veces protegiendo,
Y cantan con el viento y acunan a los pájaros,
Se aferran a la tierra para seguir viviendo.
Contemplan las ciudades que los tragan rodeándolos,
Se asoman a las casas un momento atisbando,
Y ven en los jardines otros árboles llamándolos,
Y vuelven a su sitio a seguir esperando.
Y beben de la lluvia y florecen de amor,
Y danzan con el aire sus manos agitando,
Y sangran si los dañan llorando de dolor,
Y a veces en sus sueños se mueren esperando.
Añoran otros tiempos cuando eran venerados
Como seres sagrados, intocables, eternos,
Amados por los hombres, se sabían respetados,
Y se comunicaban con lenguajes fraterno.
Los árboles son seres que están soñando
Con un jardín edénico que ya no existe,
Pero no se resignan y siguen esperando
Soñando que es mentira este mundo tan triste.
Deambulando en las noches en medio de lamentos,
Y se mueven despacio, y lloran y cantan,
Reclamando una tierra sin tanto pavimento.
Los árboles son seres que levantan sus brazos
A veces protegiéndose, a veces protegiendo,
Y cantan con el viento y acunan a los pájaros,
Se aferran a la tierra para seguir viviendo.
Contemplan las ciudades que los tragan rodeándolos,
Se asoman a las casas un momento atisbando,
Y ven en los jardines otros árboles llamándolos,
Y vuelven a su sitio a seguir esperando.
Y beben de la lluvia y florecen de amor,
Y danzan con el aire sus manos agitando,
Y sangran si los dañan llorando de dolor,
Y a veces en sus sueños se mueren esperando.
Añoran otros tiempos cuando eran venerados
Como seres sagrados, intocables, eternos,
Amados por los hombres, se sabían respetados,
Y se comunicaban con lenguajes fraterno.
Los árboles son seres que están soñando
Con un jardín edénico que ya no existe,
Pero no se resignan y siguen esperando
Soñando que es mentira este mundo tan triste.
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